Sabes por la sombra que existes, más no la puedes tocar.

Tu sombra aun y cuando no le ponemos atención siempre es el reflejo de que existes en este mundo, esta siguiéndote, no se separa, y desaparece cuando hay ausencia de luz, renaciendo con una pequeña chispa de energía luminosa.

Así nuestro espíritu requiere de esa energía y luz para brillar y lo único que debemos hacer es ponerle atención, alimentarlo con energía de la buena, buscar la luz que nos ilumina, pensar positivamente.

Y la pregunta ¿Como hacemos eso?

Es muy fácil; una vez que te propones y entiendes que toda la energía que te rodea modifica tu energía, debes desechar aquella que opaca tu luz, puede ser algún evento, algo que observas o escuchas, ya que por esos dos sentidos procesamos la información.

Escoge bien lo que tu quieres escuchar o ver, ya que de ti depende el seleccionar algún canal de televisión, lo que miras en internet, lo que pasa en tu colonia, amistades o familiares; siempre preguntate si eso que ves o escuchas te sirve para tu vida y te deja algo que aprender.

Siempre coméntale a la gente que te quiere contaminar con situaciones toxicas que no es de tu agrado lo que mencionan, así dejaran de seguirte diciendo ese tipo de comentarios.

No quiero decir que con esto, que seamos irresponsables y evadamos los problemas que la vida nos enfrenta, incluso para aconsejar positivamente a otra persona, ya que esos eventos merecen toda nuestra atención, aun y cuando no los queramos escuchar o ver. Pero con una energía limpia y positiva los vamos a poder enfrentar.

La energía que proyectamos es la que obtenemos.

Si desechamos todo lo que contamina nuestra luz, entonces podremos brillar y lo mejor dar más luz positiva a las personas que queremos, eso a su ves hace crecer nuestra energía para brillar aun más.

Para poder dar más y más luz en esta vida, hay que saber dar gracias, entender más que perdonar y saber bendecir más a las todas las personas con que interactuemos en nuestra vida.